38 estudiantes fueron entrenados como facilitadores en habilidades para la vida con el método Chimalli para universitarios y duplicaron formando redes con 350 estudiantes. El resultado es que todos los estudiantes incrementaron sus niveles percibidos de resiliencia (fuerza para enfrentar la adversidad) y sus puntajes en Habilidades para la vida (capacidad para manejar sus emociones y sus niveles de estrés). Los facilitadores además disminuyeron significativamente sus niveles de riesgo psicosocial (uso de sustancias y otros comportamientos violentos)